Explicacion de la parábola del trigo y la cizaña



La parábola del trigo y la cizaña, también conocida como la parábola de la cizaña, es una de las muchas parábolas que Jesús compartió con sus discípulos. Esta parábola se encuentra en el Nuevo Testamento en el libro de Mateo capítulo 13 versículos 24-30. 


Veamos en detalle lo que representa esta parábola


Introducción y marco de la parábola

La parábola del trigo y la cizaña es una de las más conocidas de la Biblia. Se encuentra en el Evangelio de Mateo, capítulo 13, versículos 24-30. La parábola comienza con un agricultor que siembra buenas semillas de trigo en su campo. 

Sin embargo, durante la noche, llega un enemigo y siembra cizaña, o mala hierba, entre el trigo. Cuando el trigo empieza a crecer, también lo hace la cizaña. Los criados del labrador se fijan en la cizaña y preguntan si deben arrancarla, pero el labrador les dice que dejen crecer juntos el trigo y la cizaña hasta la siega. 

Esta parábola es rica en simbolismo y ha sido interpretada de muchas maneras diferentes a lo largo de la historia.



Los personajes principales de la parábola


La parábola del trigo y la cizaña es una conocida historia de la Biblia que enseña una valiosa lección sobre el bien y el mal. Los personajes principales de la parábola son el dueño del campo, los siervos y el enemigo que sembró la cizaña entre el trigo. 

El dueño del campo representa a Dios, los siervos son los seguidores de Dios y el enemigo representa a Satanás. La parábola subraya la importancia de la paciencia y el discernimiento,
 ya que los siervos deben esperar hasta la siega para separar el trigo de la cizaña. 

También pone de relieve la realidad del mal en el mundo y la necesidad de que los creyentes permanezcan vigilantes y fieles en su búsqueda de la justicia. 

En resumen, los tres personajes principales de la parábola -el dueño del campo, los siervos y el enemigo- sirven para ilustrar las verdades espirituales que transmite el relato.


El contexto agrícola de la parábola

La parábola del trigo y la cizaña es un relato bíblico muy conocido y citado con frecuencia. Esta historia se utiliza a menudo para explicar la idea de la coexistencia del bien y el mal en el mundo, pero a menudo se pasa por alto su contexto agrícola. 

En esta parábola, el agricultor sembró buena semilla en su campo, pero mientras dormía, vino un enemigo y sembró cizaña entre el trigo. Cuando el trigo empezó a crecer, la cizaña también creció junto al trigo. 

Los siervos del labrador querían arrancar la cizaña, pero el labrador les ordenó que dejaran crecer juntos el trigo y la cizaña hasta la siega.

El contexto agrícola de esta parábola es esencial para comprender su significado. El trigo y la cizaña son dos tipos de hierba muy parecidos en sus primeras etapas de crecimiento. 

Sin embargo, a medida que maduran, se diferencian. Mientras que el trigo es un cultivo esencial para la alimentación, la cizaña se considera mala hierba que puede ser perjudicial para los animales. 

En la antigüedad, no era raro que los enemigos sabotearan las cosechas de sus oponentes plantando cizaña entre el trigo. La parábola habla de la idea de que el mal puede coexistir con el bien, a menudo de forma sutil y difícil de discernir.


El significado oculto de la parábola

El significado oculto de la parábola es que el trigo representa a los hijos de Dios, y la cizaña a los hijos del diablo. El mensaje es que ambos coexistirán en el mundo hasta el juicio final al final de los tiempos, y no es nuestro trabajo juzgar o eliminar la cizaña, sino continuar viviendo de acuerdo con la voluntad de Dios y ayudar a otros a encontrar el camino hacia la rectitud. Esta parábola nos enseña tres lecciones importantes: paciencia, juicio y fe.


El trigo representa a los creyentes

El trigo representa a los creyentes, a los que han recibido la palabra de Dios y han elegido seguir a Jesucristo. La cizaña, en cambio, representa a los que han rechazado la verdad de la palabra de Dios y han elegido seguir los caminos del mundo. 

Esta parábola nos enseña tres verdades importantes: primero, que Dios es responsable de plantar las semillas de la fe en nuestros corazones; segundo, que siempre habrá quienes rechacen la verdad de la palabra de Dios y sigan sus propios caminos; y tercero, que habrá un juicio final cuando el trigo será separado de la cizaña.


La Cizaña Representa a los Incrédulos


En la parábola del trigo y la cizaña, que se encuentra en Mateo 13:24-30, Jesús explica que la cizaña representa a los incrédulos. Esta parábola es una de las pocas a las que Jesús dio una explicación, dejando claro que quería que sus seguidores entendieran su significado. 

La parábola cuenta la historia de un campo de trigo donde, mientras todos dormían, vino un enemigo y plantó cizaña entre el trigo. La cizaña creció junto al trigo hasta el momento de la siega. 

El dueño del campo ordenó a sus trabajadores que dejaran la cizaña en paz, ya que no era fácil distinguirla del trigo. En el momento de la siega, la cizaña fue separada del trigo y quemada.

Esta parábola nos enseña que, aunque vivimos en un mundo en el que coexisten creyentes e incrédulos, no estarán completamente separados hasta el final de los tiempos. La cizaña representa a los que rechazan a Jesús y serán condenados al castigo eterno.


La Cosecha Representa el Día del Juicio Final

Uno de los mensajes más significativos de esta parábola es que la cosecha representa el día del juicio. Este mensaje se enfatiza tres veces en el libro de Mateo, donde se encuentra la parábola. 

La primera vez que se menciona el mensaje es en el versículo 30, donde Jesús dice: "Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega diré a los segadores: 'Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla, pero recoged el trigo en mi granero'". 

La segunda mención de la siega que representa el día del juicio se encuentra en el versículo 39, donde Jesús explica el significado de la parábola a sus discípulos. Finalmente, en el versículo 40, Jesús dice: "Por tanto, como se recoge la cizaña y se quema en el fuego, así será al final de este siglo." 

Estas tres menciones de la cosecha que representa el día del juicio muestran lo significativo que es este mensaje en la parábola del trigo y la cizaña.


Aplicaciones prácticas de la parábola

La parábola del trigo y la cizaña es una poderosa historia que tiene muchas aplicaciones prácticas para nuestra vida cotidiana. Uno de los temas principales de esta parábola es la idea de la paciencia. 

Al igual que el agricultor de la historia tuvo que esperar hasta el final de la temporada de cultivo para separar el trigo de la cizaña, nosotros también debemos aprender a ser pacientes en nuestras vidas. Esto puede ser especialmente difícil en una sociedad que valora la gratificación instantánea y los resultados rápidos. 

Otra lección importante de esta parábola es la importancia del discernimiento. El agricultor de la historia fue capaz de reconocer la diferencia entre el trigo y la cizaña, y nosotros también debemos aprender a discernir entre el bien y el mal, la verdad y la mentira, y lo correcto y lo incorrecto en nuestras propias vidas.

Por último, esta parábola también nos enseña sobre el juicio final que nos espera a todos. Así como el trigo y la cizaña fueron separados al final de la temporada de cultivo, así también todos enfrentaremos el juicio al final de nuestras vidas. 

Estas son sólo tres aplicaciones prácticas de la parábola del trigo y la cizaña, pero hay muchas más lecciones que podemos aprender de esta poderosa historia.


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