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Beneficios del zinc





El zinc es un micronutriente  que tiene una importante funciĂ³n inmunolĂ³gica y puede ayudar a combatir la inflamaciĂ³n, no obstante no son los Ăºnicos beneficios que puede tener para nuestra salud. AquĂ­ mencionamos otros: 


Estimula el sistema inmunolĂ³gico
El zinc es necesario para que las cĂ©lulas inmunitarias funcionen correctamente, lo que significa que una deficiencia de zinc puede conducir a un sistema inmunitario debilitado. Pero esta conexiĂ³n con tu inmunidad va en ambos sentidos. De hecho, los suplementos de zinc pueden mejorar la inmunidad  y la respuesta inmunolĂ³gica, ademĂ¡s de aliviar la inflamaciĂ³n crĂ³nica en los adultos mayores.

El mineral esencial hace esto ayudando al desarrollo de los linfocitos T  que estimulan las cĂ©lulas T, responsables de combatir las infecciones. Y un meta-anĂ¡lisis de Hemilä, 2017 encontrĂ³ que a travĂ©s de siete ensayos clĂ­nicos, las pastillas de zinc reducen la duraciĂ³n del resfriado comĂºn en un promedio de 33%.

AĂºn mejor, tanto el gluconato de zinc como el acetato de zinc resultaron ser eficaces, y no se encontrĂ³ ninguna diferencia significativa en los beneficios para la salud entre las dos formas. Pero hay una trampa aquĂ­. Un estudio anterior (Harri, 2011) encontrĂ³ que el zinc puede reducir la duraciĂ³n de un resfriado y aliviar los sĂ­ntomas del mismo, este efecto sĂ³lo se logra con altas dosis. Otro meta-anĂ¡lisis añadiĂ³ a esto la importancia de la sincronizaciĂ³n: 11 de los 13 ensayos examinados comenzaron el tratamiento dentro de las 24 horas de la apariciĂ³n de un resfriado (Rao, 2011).

Puede apoyar la fertilidad
En estudios realizados en animales tambiĂ©n se ha descubierto que la deficiencia de zinc antes de la concepciĂ³n puede ser peligrosa (Tian, 2014) y provocar un retraso en el desarrollo fetal o incluso la pĂ©rdida del embarazo.

El zinc desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los Ă³vulos, pero incluso los meses anteriores al inicio del embarazo pueden preparar el terreno para un embarazo saludable en general en lo que respecta a este micronutriente. Se necesita mĂ¡s investigaciĂ³n para ver si estos hallazgos son vĂ¡lidos en los seres humanos.

Pero sabemos mĂ¡s sobre cĂ³mo la deficiencia de zinc puede afectar a la fertilidad masculina. Los bajos niveles de zinc interfieren con la espermatogĂ©nesis, la producciĂ³n de espermatozoides, y tambiĂ©n pueden causar anomalĂ­as en los espermatozoides, asĂ­ como desprenderse de la testosterona sĂ©rica (Fallah, 2018). Por lo tanto, puede ser fundamental que tanto los hombres como las mujeres controlen su ingesta de zinc mientras intentan quedarse embarazadas.

Promueve la curaciĂ³n de las heridas
Las mismas funciones del zinc que se suman para dar un impulso a su sistema inmunolĂ³gico tambiĂ©n contribuyen a la curaciĂ³n de las heridas, aliviar la inflamaciĂ³n y aumentar la inmunidad contribuyen, pero el zinc tambiĂ©n puede promover la sĂ­ntesis de colĂ¡geno, y todos estos efectos son esenciales para la curaciĂ³n adecuada.

El zinc se utiliza incluso junto con la vitamina C (Bhattacharya, 2015) para ayudar a curar las Ăºlceras por presiĂ³n, que probablemente se conocen como escaras, en los hospitales. Y un estudio descubriĂ³ (Momen-Heravi, 2017) que la suplementaciĂ³n con sulfato de zinc aceleraba drĂ¡sticamente la curaciĂ³n de las Ăºlceras de los pies de los diabĂ©ticos en comparaciĂ³n con el placebo.

Reduce la inflamaciĂ³n
Algunas inflamaciones no estĂ¡n relacionadas con lesiones o estrĂ©s, sino con nuestro ADN. Tenemos genes para la inflamaciĂ³n, pero algunas cosas pueden «apagar» estos genes, o cambiar la forma en que se expresan. El zinc es uno de esos moduladores. Este mineral actĂºa (Prasad, 2014) como una señal molecular para las cĂ©lulas inmunes y puede disminuir ciertas proteĂ­nas involucradas en la inflamaciĂ³n, lo que le da sus capacidades antiinflamatorias.

La inflamaciĂ³n estĂ¡ ligada al estrĂ©s oxidativo, un estado en el que existe un desequilibrio entre los radicales libres que puede causar daño celular y los antioxidantes. El zinc puede disminuir el estrĂ©s oxidativo (Marreiro, 2017) actuando como antioxidante en el cuerpo para reequilibrar los dos lados, y esa es una funciĂ³n vital de este mineral.

El estrĂ©s oxidativo y la inflamaciĂ³n estĂ¡n vinculados a muchas enfermedades crĂ³nicas, como la artritis reumatoide, las enfermedades cardiovasculares (tambiĂ©n conocidas como enfermedades cardĂ­acas) e incluso el Alzheimer. De hecho, en un estudio (Bao, 2010) sobre pacientes con aterosclerosis -una enfermedad en la que se acumula placa en el interior de las paredes arteriales, estrechando los vasos sanguĂ­neos- los que tomaron 45 mg de zinc al dĂ­a experimentaron mayores disminuciones en los marcadores inflamatorios que los participantes del grupo de placebo.

Promueve la funciĂ³n cognitiva
Los investigadores todavĂ­a estĂ¡n desmenuzando la complicada relaciĂ³n entre el Alzheimer, una enfermedad progresiva caracterizada por una disminuciĂ³n de las funciones mentales como la memoria, y los oligoelementos como el zinc. Pero los trabajos actuales parecen indicar (Nuttall, 2014) que es la homeostasis del zinc, o el mantenimiento de los niveles de zinc estables, lo que puede ser clave para aliviar los sĂ­ntomas o evitar el Alzheimer, no para suplementar con mĂ¡s zinc. Encontrar el equilibrio adecuado, entonces, podrĂ­a ser la clave para mantener una funciĂ³n cognitiva apropiada por mĂ¡s tiempo.

Cuando se trata de la funciĂ³n cognitiva en personas que no sufren de Alzheimer, las investigaciones son un poco confusas. Un estudio encontrĂ³ (Maylor, 2006) que los suplementos de zinc ayudaron a varios tipos de funciĂ³n cognitiva, como la memoria de trabajo espacial, pero no a otros, e incluso pueden tener un efecto negativo sobre la atenciĂ³n a lo largo del tiempo en ciertas dosis. El zinc cerebral se encuentra principalmente en la corteza cerebral, o la parte del cerebro que «piensa». Los cambios en el equilibrio de este mineral esencial en estas regiones pueden afectar (Meunier, 2005) al hipocampo, que se encuentra en esta regiĂ³n y es responsable de la capacidad espacial y la memoria episĂ³dica.

DisminuciĂ³n del riesgo de enfermedades relacionadas con la edad
No son sĂ³lo las grandes enfermedades como la osteoporosis y el Alzheimer las que deben preocuparnos al envejecer. Nuestro riesgo de muchas cosas aumenta a medida que envejecemos, e incluso las cosas que parecen triviales como la infecciĂ³n o la neumonĂ­a no lo son. Y luego estĂ¡n las condiciones que reciben aĂºn menos atenciĂ³n, como la degeneraciĂ³n macular relacionada con la edad (DMAE), una enfermedad ocular que con el tiempo puede causar una pĂ©rdida permanente de la visiĂ³n. Afortunadamente, el zinc puede ayudar a reducir nuestro riesgo.

Usted ya sabe cĂ³mo el zinc puede ayudar a su cuerpo a combatir mejor las infecciones. Es necesario seguir trabajando en la relaciĂ³n exacta entre los suplementos de cinc y la neumonĂ­a, pero un pequeño estudio observĂ³ que el cinc oral parecĂ­a prevenir la enfermedad en los niños. Los investigadores creen que esto puede ser cierto (Sakulchit, 2017) tambiĂ©n en los adultos mayores, aunque piden que se investigue este tema especĂ­fico. Pero la esperanza es grande, ya que otro estudio (Prasad, 2013) encontrĂ³ que la suplementaciĂ³n de zinc (45 mg de zinc elemental diariamente) resultĂ³ en una disminuciĂ³n de casi el 66% en la posibilidad de infecciĂ³n en los adultos mayores.

Y aunque el zinc no es ni mucho menos el Ăºnico factor de riesgo de padecer DMAE, parece formar parte de una pila de suplementos que puede mantener a raya la enfermedad crĂ³nica. Los investigadores han descubierto (Age-Related Eye Disease Study 2 Research Group, 2013) que la suplementaciĂ³n con antioxidantes (betacaroteno, vitamina C y vitamina E) y 80 mg de zinc reduce el riesgo de progresiĂ³n a la DMAE.



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